Analizar algunos aspectos del juego del equipo de Martino, es sin dudas la mejor forma para encontrar respuestas a la hora de comparar el funcionamiento actual con el del año anterior, teniendo en cuenta que los intérpretes son los mismos.
Una de las particularidades es la circulación del balón. Newell´s es hoy, un equipo que encuentra buenas situaciones a partir del buen destino que le da a la pelota.
¿Pero donde comienza el control? La tenencia en Newell´s se inicia en sus dos marcadores centrales. Tanto Hernán Pellerano como Víctor López tienen obligación de ser los primeros conductores a la hora de atacar. Reiteradas veces, observamos a los zagueros acercarse a Peratta solicitando juego para el arranque de la posesión. Esta idea hasta vino acompañada de errores que terminaron en goles rivales, como ante Belgrano, pero la propuesta sigue siendo la misma.
El mecanismo pasa por romper la primera línea de presión. Difícilmente Newell´s inicie su jugada a partir de los laterales. Estos, tienen la función de acompañar el sector medio para abrir los pasillos en donde deambulan Pablo Pérez y Lucas Bernardi.
Entonces, la responsabilidad es de los centrales, quienes lo vienen haciendo muy bien. La confección del primer pase es vital para un equipo que sobrevive a través de lo que hace con la pelota. Pellerano y López rompen la primera línea, abren caminos y obligan a los medios rivales a adelantarse algunos metros. Allí es donde Lucas encuentra la entrelinea entre volantes y defensores, y conduce con tranquilidad. El año pasado esa primera línea de presión nunca lograba ser desactivada, entonces un Bernardi rodeado, generalmente era anticipado.
Los internos de Newell´s necesitan que el campo este despejado. El buen funcionamiento colectivo pasa, por el aporte de los centrales para quebrar esa línea y de Hernán Villalba que logra resolver el primer pase en forma rápida.
Si bien el equipo de Martino ha demostrado buenas intenciones para luchar cuando no tiene la pelota, aun hoy Newell’s no es un equipo que consiga salir con aire de la segunda jugada. Por el contrario demanda prolijidad en el manejo para mejorar sus situaciones ofensivas.
Pellerano y López vienen demostrando buenas condiciones para defender, pero sin dudas hoy generan un aporte fundamental para el comienzo de la posesión. Al romper líneas todo se simplifica. Luego llegan las opciones de pase, la opción del balón largo o incluso hasta la formalización del último pase, como en el inicio del gol del empate en Mendoza.
Excelente el blog. Saludos y sigan adelante!
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