Newell’s debe elevar el nivel de debate futbolístico

Por Roberto Mensi

Durante 14 años socios e hinchas debieron conformarse con la información que llegaba de una sola fuente periodística. 

Así, comunicadores que oficiaron de operadores, difamadores, confidentes del presidente y que hasta ocuparon cargos de asesores a directores técnicos hoy se nos presentan como defensores de los procesos democráticos y la libertad de prensa. Sin sonrojarse escriben largas columnas con lineamientos ejemplares de conducción de un club de futbol, en donde se evidencia la nostalgia por el proceso anterior. La falta de información en cuanto a nombres de refuerzos los deja expuestos y resalta su poca vocación a la hora de profundizar temas, fomentar investigaciones o analizar contextos y posibles escenarios.

En 14 años los hinchas encontraron sus canales de discusión por fuera de la rigidez y el miedo que promovían los medios masivos de comunicación. Protagonizaron la lucha en la calle y allí comenzaron a idear los cimientos en donde tendría que pavimentarse la recuperación del club.

En 4 años, el periodismo continúa jugando su rol rodeado de intereses y alejándose cada vez más de su función social. Todo Newell’s debe ignorar los falsos debates y estimular la discusión acerca de como consolidar institucionalmente un proyecto de futbol a corto, mediano y largo plazo.

El fútbol, como hecho social no puede limitarse a interminables novelas de transferencias, posibles refuerzos o recambios de técnicos. El juego debe ser discutido. ¿Sobre que bases tácticas y estratégicas va a solventar Newell’s su proyecto? ¿Cuales deben ser las aptitudes que debe tener un futbolista para representar a la institución? ¿Sobre que vereda ideológica debe pararse el club como formador de deportistas? ¿Como se llega a un verdadero proyecto a largo plazo?

El debate debe elevarse y debe sobrepasar a la lógica de los medios de comunicación. La profundización masiva de la discusión futbolística es una necesidad que hoy tiene el club, en tanto busque forjar una identidad colectiva que mecanice los procesos de trabajo.