Por Martín Carzo
“Damián quiere volver”. El representante de Manso prendió la mecha, soltó la bomba y no se tapó los oídos para evitar escuchar la explosión. Todo lo contrario. Esperó que la noticia rebote. Desde el bunker leproso la respuesta fue inmediata y el “necesitamos reforzar otros puestos” sonó contundente y hasta lacerante.
Gerardo Martino plantó otra bandera. Y ese aire de renovación, mezclado con buen ánimo general, también se condice con una sensación de “acá mando yo”. Sensación que se asemeja más al buen manejo de grupo, y sus situaciones, que a una bajada de línea dictatorial. Que quede claro.
Si bien Damián Manso no tuvo la continuidad deseada en el Morelia de México, el ex jugador leproso llegó a disputar una docena de partidos durante el último semestre del 2011 y pese al mucho o poco rodaje futbolístico reciente, o la edad, seguimos hablando de un jugador de gran jerarquía cuya polifuncionalidad en el sector ofensivo mejoró notablemente durante los últimos años. Por ende, hace rato que no es el “Mansito” que la rompía en Newell’s. No estoy diciendo que bajó su nivel. Al contrario. Estando bien, es un jugador más completo. Y el mismo Tata se encargó de aclarar esto al decir que “no va a descubrir las cualidades de Damián y lo que representa para Newell’s”.
Después, cuando la pelota ruede, se sacarán las conclusiones con el diario del lunes. Todos lo hacemos, y lo haremos siempre. Hoy, Gerardo Martino envió nuevamente mensajeros con telegramas para varios frentes: A los intermediarios y a los medios les dejó en claro que está dispuesto a cortar de cuajo cualquier operación de prensa que pretenda imponerle algún nombre, y a los dirigentes les lanzó un dardo elíptico para que hagan lo necesario, lo posible y lo imposible por traer los jugadores que fueron apuntados por él, y no otros.
Su idea fue siempre clara en este tema, pero recién se hizo pública en rueda de prensa durante la semana, "En refuerzos, prefiero plan A, plan A y plan A, sino nos quedamos con lo que hay".
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